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19 de abril de 1810

Germán Jiménez

Autor

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Esta fecha es conocida por ser el paso que marcó nuestro camino hacia la independencia de España, aunque la conocida declaración de independencia tuvo un trasfondo de mayor profundidad en el que no todo es como se cuenta comúnmente. Antes de abordar esta fecha debemos entender la realidad histórica que se vivía; debemos trasladarnos a aquel antaño lugar y ver de cerca, en la antigua Caracas, quienes eran nuestros antepasados, como pensaban y que ocurría alrededor de esos años en toda España.

Para aquel entonces no podías hablas de venezolanos como lo hacemos hoy en día, éramos una Capitanía General de España, y por lo tanto, todos los que nacían en ella eran españoles. Al entender esto es evidente que todo lo que ocurriese en la península tenía un efecto sobre la América española y es de ahí donde debemos partir para analizar esta fecha de forma puntual, iniciando en el año 1808 con la desintegración de la monarquía española.

Crisis en España

Producto de las abdicaciones reales españolas la monarquía se desintegró y las provincias, españolas y americanas, reaccionaron ante aquel suceso rechazando al invasor francés que tomaba el trono. Se crearon juntas de gobierno locales y en América, que no eran neófitos del todo de lo que ocurría, abogaron al derecho de retroversión de la soberanía que indicaba que al estar acéfalo el poder, este regresaba a su origen, los pueblos. Para enfrentar aquel desastre se creó la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino reconociendo los derechos de las provincias, pero esta junta fracasó y ante el avance de los franceses se creó el Consejo de Regencia a principios de 1810.

El Consejo fue rechazado por la mayoría de las provincias americanas, estas crearon sus propias juntas en defensa de los derechos de Fernando VII y decidieron asumir el poder hasta el retorno del monarca.

El Trasfondo de las juntas americanas

Hubo un rechazo ante la propuesta de los cabildos de crear las juntas, inclusive cuando estas levantaban la bandera de la lealtad hacia Fernando VII. Se sospechaba que aquellas juntas tenían intenciones más radicales y autonomista, siendo aquel discurso de fidelidad una máscara para aprovechar el momento. La Junta Suprema Central dio los primeros pasos en 1809 cuando en un decreto, inicia un proceso de igualdad política entre los españoles peninsulares y los americanos, pero esto no hizo más que promover el fuego independentista, siendo la población española americana mayor a la peninsular era inaceptable para ellos que aun al proclamar una supuesta igualdad, era inferior la influencia política de los americanos ante los peninsulares; el distanciamiento entre España y América era inevitable.

En un inicio los españoles americanos mostraron su lealtad al rey y a sus tradiciones, pero ya las ideas provenientes de la Revolución Francesa habían influenciado a muchos muchos americanos, lo que generaría un bando más radical que miraba hacia la separación absoluta de España. La homogeneidad inicial que hubo en las provincias americanas evidenció la fortaleza del imperio español, pero esto se fue perdiendo con el tiempo, entre los múltiples debates y la escasa autonomía de las provincias.

Hacia el 19 de abril de 1810

A finales de febrero de 1810 llegó a la Guaira la goleta Rosa trayendo las noticias de los últimos sucesos en la península, lo que generó un rumor en la Capitanía. En la  Gaceta de Caracas se anunció la reunión de las Cortes Generales y extraordinarias del Reino donde se entregarían las instrucciones. Los primeros días de abril Emparan hacía un llamado de calma ante la intriga y las habladurías que se estaban dando:

«Esperemos tranquilos ver la suerte que tiene destinada a nuestro amado Fernando, y a la Madre Patria, que no dudo será favorable, pues por lo que hemos experimentado vamos bien que obra la mano del Todo Poderoso”.

Ya para el 14 de abril había llegado a Puerto Cabello el bergantín Palomo, con las noticias de la toma de Sevilla y del nuevo Consejo de Regencia que suplantaba a la disuelta junta. La tensión caraqueña era cada vez mayor y el 18 de abril, con la llegada de dos emisarios del Consejo de Regencia se terminó por impulsar una sesión extraordinaria para el día siguiente. Ante la presión de los criollos. Martín Tovar y Ponte y Nicolás Anzola,  pidieron a José de las Llamozas, vicepresidente del Cabildo, que organizara la sesión.

El Consejo de Regencia representaba la desigualdad que venían rechazando los criollos y esto provocó la discordia que se venía a debatir, luego que habían aceptado la junta, no podían ahora aceptar al Consejo de Regencia como el depositario de la soberanía de Fernando VII. Las principales familias apoyaron la creación de la junta, entre ellos Martín Tovar, Anzola, Del Toro, López, Palacios, Mendez, entre otros; las oficialidad dio su apoyo y algunos representantes eclesiásticos como el Padre Madariaga y Francisco José Ribas, presbítero y hermano de nuestro Padre Fundador y tío del Libertador, José Félix Ribas.

Emparan, el Capitán General, fue llamado a un Cabildo extraordinario el cual solo él podía convocar. La mayoría negaba la autoridad de la Regencia, ellos reconocían a Fernando VII pero no aceptaban que la soberanía cayera sobre el Consejo de Regencia, mientras estuviera acéfala la corona este debería volver a su lugar de origen. Es importante entender este apartado sobre aquel momento histórico; el poder, para entonces, lo tenía el pueblo y este lo entregaba al rey, quien era elegido por Dios para ejercerlo, al no haber rey, el poder debía volver a su origen: el pueblo. Emparan no aceptó aquello y decidió cortar el debate, era Semana Santa y debía volver a sus oficios.

Emparan se dirigió a la Catedral seguido por una multitud enardecida que empezó a gritar:

¡A Cabildo! ¡A Cabildo!

Francisco Salias, primera autoridad civil y militar detuvo a Emparan y le exigió volver al Cabildo. Los granaderos apretaron sus armas, pero Luis de Ponte les señaló mantenerse firmes. Aquel desacato ante Emparan demostraba que no reconocían su autoridad y que no podía ejercer más resistencia; decidió volver.

Hombres de gran importancia como José Félix Ribas, Juan Germán Roscio, Francisco Javier Yánez, Tomás y Mariano Montilla, entre otros, se encontraban en la Plaza Mayor. Emparan ante aquella situación tan desfavorable donde no conseguía acordar nada con los protestante y al ver una respuesta negativa ante su estadía en el mando anunció:

¡Pues yo tampoco quiero mando!

Se dice que cuando Emparan preguntó a las personas si querían que el siguiera gobernando, el padre Madariaga, a su espalda, motivó a la gente a responder que no. Este acto pudo ser necesario para motivar a las personas, que aun en desacato se podían disminuir al no sentir apoyo.

El acta del 19 de abril de 1810

El acta fue redactada por el Cabildo y obedecía a dos puntos fundamentales: la orfandad y la acefalia del reino, que en consecuencia, desconocía a la regencia; y en producto de la acefalia el poder debía regresar a su origen.

“…atender a la salud pública de este pueblo que se halla en total orfandad, no sólo por el cautiverio del señor don Fernando VII, sino también por haberse disuelto la junta que suplía su ausencia”

Negaban la regencia por no haber estado involucrados los criollos en la formación de la misma, diferente a como se realizó la junta central.

“…ni reúne en sí el voto general de la Nación, ni mucho menos el de estos habitantes que tienen el legítimo e indispensable derecho de velar sobre su conservación y seguridad como partes integrantes que son de la monarquía española”. 

Posteriormente, para el 27 de abril, se hizo un llamado a las demás provincias españolas de América a no reconocer a la regencia y seguir leales al Rey en desgracia:

«…una es nuestra causa, una debe ser nuestra divisa: fidelidad a nuestro desgraciado monarca, guerra a su tirano opresor, fraternidad y constancia”.

Las provincias de Guayana, Maracaibo y Coro fueron las únicas en negarse a adherirse al ejemplo de Caracas.

La independencia por la ley

Como se ha descrito hasta ahora, nuestro proceso de separación de la Corona fue a través de la ley y promovida por los criollos más influyentes de la época. Ahora, este suceso tendrá repercusiones a futuro, cuando la Junta Patriótica, en donde aparecerán el Libertador y el Generalísimo, tome una postura más radical y comience a debatir con los más conservadores y leales a Fernando VII sobre una independencia total de la península. El 19 de abril de 1810, a diferencia de como se ha presentado durante mucho tiempo al común, fue el día en que se concretó la Junta en defensa de los derechos de Fernando VII en desconocimiento del Consejo de Regencia; la independencia luego se colaría para desembocar en el 5 de julio de 1811.

G.J.Jiménez

Fuentes consultadas
¿Qué pasó el 19 de abril? : Ángel Almarza y Rosangel Vargas
Más allá de la Guerra, Inés Quintero
Historia de la Primera República de Venezuela, Parra Pérez
Crisis del régimen colonial e independencia, Carrera Damas

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